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Agnatime Saah Amako Agnatime tiene siete años. Vive en un tradicional grupo de chozas junto a sus padres, su abuela y sus hermanos. Una de las chozas se utiliza de habitación común, otra de cocina y otra de almacén. En primer término, a la izquierda, se puede ver en alto el depósito en el que almacenan los alimentos. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Amandine Adjafi Amandine tiene cinco años y vive con su madre, su hermana pequeña y sus tíos. La palangana metálica no puede faltar en ningún hogar ya que es el medio que tienen para traer a casa el agua sobre la cabeza desde los pozos. El agua corriente es un auténtico lujo inalcanzable para la gran mayoría. Foto: Juan Jesús de Diego.
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A cuestas Los carritos de bebé no existen. Es la madre la que vive de manera inseparable con los hijos, llevándolos a cuestas incluso mientras ejercen su profesión. No es raro ver a una maestra dando clase con el bebé a la espalda, o sentado en el suelo bajo la pizarra. Y si la madre no puede, será la hermana mayor, a veces de pocos años de edad, la encargada de cuidarle y llevarle sobre su espalda. Foto: Juan Jesús de Diego.
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A pie La única carretera que cruza el país de Sur a Norte recibe el nombre de Route International, ya que une el puerto de Lomé con Burkina Faso. A pesar de ello, es más utilizada por los peatones que por los vehículos. La gente se mueve andando, los caminos y los arcenes de la carretera son incansablemente transitados día y noche por hombres, por niños que van y vienen en fila de la escuela, y sobre todo por mujeres con la carga de leña o carbón sobre la cabeza. Foto: Pablo Cobo.
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Brindis El chucutú es consumido en grandes cantidades y son frecuentes las borracheras los días de mercado. Se elabora en un gran caldero y se reparte en cáscaras de calabaza en las que cabe alrededor de medio litro. Beber al mismo tiempo de la misma calabaza o recipiente es indicativo de amistad y confianza. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Cabina telefónica El teléfono fijo es algo que muy pocos togoleses pueden permitirse. La mayor parte de la población ha pasado directamente a disponer de un teléfono móvil sin pasar la etapa del teléfono fijo. Internet sigue siendo la asignatura pendiente, ya que los precios son superiores a los que encontramos en Europa y su calidad muy inferior. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Calabaza regadora El suelo es tan arenoso que es necesario regarlo constantemente para que conserve de un poco de humedad. Son suelos muy pobres en nutrientes y los abonos son indispensables. Dado que no suelen disponer de recursos para adquirirlos, deben conformarse con unas pobres cosechas. Foto: Rubén Ruiz
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Calles de agua En Lomé el de sistema de alcantarillado es prácticamente inexistente. Eso significa que durante la estación lluviosa algunas calles se convierten en auténticos ríos y se improvisan puentes para poder cruzarlas. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Celestin Salo Celestin tiene cinco años y vive en una choza con su madre y sus tres hermanas pequeñas. En ese momento Celestin se encontraba preparando las hojas de las hierbas que utilizan para hacer las salsas con las que condimentan su comida por no disponer de carne. El plato diario de muchas familias es la pâte, elaborada con harina de maíz puesta en agua a hervir y removida con paciencia. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Cocina La fuente de energía utilizada en la cocina es la leña o el carbón. Son las mujeres las encargadas de ir a buscar y transportar los leños o las palanganas llenas de carbón sobre sus cabezas. Algunos hombres se dedican a cortar la leña y producir carbón que venden en sacos al borde de la carretera. Foto: Pablo Cobo.
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Cocina de un restaurante La base de la alimentación en Togo es el arroz, la harina de maíz y el ñame. Son alimentos higrocarbonados con pobre contenido en aminoácidos y lípidos. Por ello, hay gran incidencia de sintomatologías relacionadas con la falta de proteínas. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Educación Togo cuenta con dos universidades, la de Lomé y la de Kara, ambas con recursos muy precarios. La Universidad de Lomé fue concebida para 5.000 estudiantes y alberga más de 45.000, lo que obliga a los estudiantes a salir de madrugada de casa si quieren encontrar un sitio en el aula. Los que pueden permitírselo prefieren mandar a sus hijos a estudiar al extranjero, lo que supone que los togoleses mejor preparados acaben residiendo fuera de su país. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Elaborando chucutú El chucutú es la bebida tradicional por excelencia en Togo. Cualquier ocasión es buena para sacar un caldero de chucutú y beberlo en cáscaras de calabaza. Se elaboración es trabajosa y se realiza de forma artesanal con mijo fermentado, asemejándose un poco a la cerveza. Para anunciar que en una casa hay chucutú, en el camino se clava un palo con una vasija o calabaza en lo alto. Foto: Juan Jesús de Diego.
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El lago Togo Separado del mar por un brazo de tierra de apenas unos cientos de metros, el lago Togo tiene una superficie de 64 km2 y está rodeado de un bosque sagrado. En sus orillas se encuentra la población de Togoville, que da nombre al país; en éwé to significa agua y go acantilado. Fue visitada por el Papa Juan Pablo II en 1985 y es un importante centro de prácticas religiosas animistas. Allí las piraguas hacen las veces de transporte público, impulsadas por las picas que se apoyan en el fondo poco profundo. Foto: Rubén Ruiz.
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El País Tamberma En el valle de Tamberma las casas o tatas son pequeñas granjas fortificadas que tienen su origen en el siglo XVIII para protegerse de las incursiones de los esclavistas. Tamberma significa los verdaderos arquitectos de la tierra. Su interior es oscuro y laberíntico, lo que permite sorprender y lancear a un posible intruso. En la parte superior hay depósitos de grano que se cubren con techos de paja. Esta arquitectura fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Formación de mujeres La mujer africana vive una situación de discriminación y sus derechos se encuentran frecuentemente pisoteados. La mayoría debe abandonar los estudios para casarse o cuidar de la familia. Mediante talleres de formación de distintas organizaciones se intenta que la mujer recupere el lugar que le corresponde dentro de la sociedad, eso sí, siempre al cuidado de los hijos. Foto: Charo Ruiz.
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Fuerza africana A pesar de la pobreza, la fuerza de la vida se cuela por todos los rincones y se empeña en seguir adelante. Eso no evita los enormes estragos que causan enfermedades como la malaria o el SIDA; cada 30 segundos muere un niño por malaria en África y se calcula que hay 23 millones de personas infectadas por el virus del SIDA. Más del 4% de la población togolesa está infectada por el virus del SIDA, siendo la esperanza de vida de 56 años. Foto: Luis Alfaro.
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Hambre canina En el mes de julio los kabiyé celebran el Évala, un rito iniciático en el que los jóvenes que han cumplido los 18 años deben luchar entre sí. Durante esos días consumen carne de perro, ya que para ellos tiene ciertas propiedades que favorecen al guerrero. Cada joven debe repetir la ceremonia durante 3 años consecutivos. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Honorine Tchiandé Honorine tiene siete años y es huérfana de padre y madre. Ahora vive en una choza junto a su abuela, su tía y sus primos. El techo, realizado a base de superponer capas de paja, es impermeable y permite salir el humo, manteniendo el interior seco en la estación de las lluvias y fresco en la estación seca. Pero debe renovarse con frecuencia porque se va deteriorando con los años. Foto: Juan Jesús de Diego.
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La agricultura La economía de Togo depende básicamente de la agricultura de subsistencia. Algunos cultivos más abundantes como los del café, cacao y algodón permiten su comercialización. Mientras el Sur del país disfruta de un clima más propicio para la agricultura, las duras estaciones secas del Norte limitan la cosecha. Foto: Rubén Ruiz.
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La educación de las niñas Cuando, por necesidad, algún miembro de la familia debe ayudar en el hogar, habitualmente para cuidar de niños, enfermos o ancianos, se sacrifica siempre la educación de la niña. Se cree que invertir en la educación de la niña será menos rentable que hacerlo en la del niño. Como media, las niñas reciben la mitad de tiempo de educación que los niños. A menudo deben abandonar los estudios por embarazos no deseados o para contraer matrimonio. Foto: Luis Alfaro.
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La escuela El 60% de la población de Togo está alfabetizada. Recientemente se ha establecido la educación primaria gratuita, pero el estado no llega a cubrir las necesidades de muchos pueblos que se ven obligados a contratar profesores sin formación específica. Son muchas las familias que no pueden afrontar los 3 ó 4 euros que cuesta la matrícula anual en el colegio. De ese dinero sale el salario de los profesores, que suele rondar los 60 euros mensuales. Foto: Juan Jesús de Diego.
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La estación seca El Norte del país se ve mucho más afectado por la climatología que el Sur. Durante la estación seca, de noviembre a abril, la vegetación prácticamente desaparece y, si se alarga demasiado, muchas familias agotan sus reservas alimenticias, lo que agudiza los problemas de malnutrición. El cambio climático está agravando esta situación. Foto: Rubén Ruiz.
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La playa La costa de Togo es una extensa playa de arena y palmeras. Sin embargo, las fuertes corrientes hacen que bañarse sea muy peligroso, por lo que las playas permanecen prácticamente desiertas y son utilizadas como aseo público. Año tras año, el mar penetra más y más en la tierra llegando a destruir edificaciones. Paralela a la playa se puede ver, azotada por las olas, una carretera que ha sido tragada por el mar. Foto: Pablo Cobo.
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La rueda Como la mayoría de la población carece de electricidad, los niños estudian en la calle bajo la luz de alguna de las escasas farolas, expuestos a las picaduras de los mosquitos que suponen una seria amenaza por ser el medio transmisor de la malaria. Foto: Salomé Herce.
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La tribu Cuando son pequeños, a los niños se les practican unos cortes en las mejillas o en la frente, produciendo cicatrices que los identificarán para siempre como miembros de su tribu. Estas marcas tribales están también asociadas a las creencias religiosas y son el antecedente de los tatuajes, que surgieron al añadir colorantes en las heridas. Foto: Luis Alfaro.
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Leche materna La leche materna será la única leche que prueben muchos togoleses en su vida, ya que la ganadería apenas está desarrollada. Una excepción son los fulani, más conocidos en Togo como peuls, un pueblo nómada dedicado al pastoreo de cebúes. Se les puede encontrar en algunas zonas vendiendo al borde de la carretera queso tierno que se corta en cubitos y se fríe. Foto: Luis Alfaro
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Lomé La capital de Togo cuenta con 1.600.000 habitantes. Las principales calles están asfaltadas y ofrecen un tráfico muy intenso. Sin embargo, el gran conjunto de las calles de los barrios son de arena y están dominadas por los niños que corren y juegan en ellas. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Los nombres Es costumbre, según cada cultura, poner a los niños un nombre dependiendo del día de la semana en que han nacido. Si ha nacido un lunes, los éwé, en el Sur, lo llamarán Kodjo si es niño y Adjo si es niña. Si nace un martes, un niño se llamará Komlan y una niña Ame. Si lo hace un miércoles, un niño se llamará Kokou y una niña Akou. En jueves, el niño Yao y la niña Yawa. El viernes los nombres correspondientes son Koffi y Afi. El sábado Komi y Ani. Y el domingo Kossi y Kossiwa. Foto: Rubén Ruiz.
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Mascotas Béatrice tiene 5 años y vive con sus padres y hermanas. Su padre está enfermo y su madre saca adelante a la familia vendiendo chucutú, una bebida alcohólica fabricada artesanalmente, en el mercado que se celebra cada jueves en Defalé. Los perros y gatos sirven de mascotas pero también de alimento si se alarga la estación seca y se agotan las reservas de comida. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Moisés Moisés apareció una tarde al borde de un camino. Su madre no contaba con los medios para cubrir sus necesidades y se sintió obligada a abandonarlo al poco tiempo de nacer. Moisés fue recogido en el orfanato del Centro Hulmen, creado por misioneras españolas. Foto: Charo Ruiz.
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Mototaxi El mototaxi es el transporte por excelencia en Lomé. Es rápido y barato, y son miles las motos circulando por las principales vías de la ciudad. Para conducir una moto no es necesario tener seguro ni llevar casco. Por otro lado, el número de coches aumenta año tras año siendo diarios los atascos en horas punta. Foto: Puri Salmerón.
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Niñas esperando para sacar agua Niños y mujeres recorren kilómetros para conseguir, no ya agua potable, sino agua muchas veces contaminada, motivo de parasitosis y otras enfermedades microbianas. El agua corriente es un lujo fuera de su alcance. Los pozos se convierten así en lugares muy concurridos. Foto: Rubén Ruiz.
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Peinado africano Desde niñas, las mujeres cuidan especialmente el peinado. Las peluquerías se encuentran en la misma calle. En Lomé existen 3 fábricas chinas de pelo artificial ya que el uso de pelucas está muy extendido entre las mujeres. El peinado, junto con los vestidos de telas de colores, otorga a la mujer africana una especial elegancia. Foto: Luis Alfaro.
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Pequeño observador La amabilidad del pueblo togolés junto con la actual estabilidad política, convierten a este país en un interesante destino para aquellos que desean conocer el África negra. El principal atractivo, aparte de su gente, es el País Tamberma, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004 debido a la peculiaridad de sus construcciones. Foto: Luis Alfaro.
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Persiguiendo un sueño Según los datos del Fondo Monetario Internacional correspondientes a 2012, Togo es el noveno país más pobre del mundo con un PIB per cápita de 900 dólares, mientras que el español alcanza los 30.300 dólares. Togo se encuentra en los últimos puestos del listado de IDH (Índice de Desarrollo Humano) elaborado por la ONU en 2011, que se basa en tres parámetros; esperanza de vida, educación e ingresos brutos per cápita. Foto: Rubén Ruiz.
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Pescadores A pesar de ser un país costero, la pesca está muy poco desarrollada. Aún así, meterse en el agua y capturar algunos peces supone un importante apoyo alimenticio. Algunos utilizan embarcaciones en forma de canoa que apenas pueden adentrarse en el mar debido a su reducido tamaño. Con ellas extienden redes que después recogen grupos de hombres tirando desde la playa. Foto: Pablo Cobo.
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Pozos Los pozos tradicionales en los que se descolgaba un recipiente con una cuerda están dando paso a los pozos cubiertos, mucho más profundos, lo que permite obtener un agua más limpia y que se conserva mejor en las épocas de sequía. Están dotados de una bomba de pie o de mano que hace más cómoda la extracción del agua y evita ensuciarla al no tener que introducir ningún recipiente. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Puesto de fruta en Lomé En Lomé, la capital de Togo, el gran mercado se extiende por las calles del centro de la ciudad. En sus centenares de puestos se puede adquirir fruta, artesanía, ropa, animales, etc. Allí pasan las madres con sus hijos más pequeños todo el día y parte de la noche, de manera que el tenderete llega a convertirse en un hogar. Foto: Luis Alfaro.
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Religión Un 20% de la población sigue los preceptos del islam y un 30% los del cristianismo, pero todo está envuelto por el animismo, las creencias tradicionales en los espíritus y la brujería. No en vano, Togo es la cuna del vudú, que fue exportado a América durante el comercio de esclavos, muchos de los cuales partieron desde sus costas, antes conocida como la Costa de los Esclavos. Foto: Rubén Ruiz.
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Riqueza cultural En Togo conviven alrededor de 40 etnias distintas, cada una con su lengua y sus costumbres, lo que hace que la riqueza cultural sea impresionante. Eso significa que, prácticamente, en cada población importante se habla una lengua diferente, por lo que el francés heredado del colonialismo resulta fundamental para comunicarse. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Roméo Kataore Roméo tiene nueve años. Vive con sus padres y su hermana Rachel, que tiene dos años. Los patos, poco frecuentes, se consumirán en la estación seca, cuando se hayan agotado las reservas de la cosecha recolectada durante la estación lluviosa. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Sylvie Takpale Sylvie tiene ocho años. Su padre murió y poco tiempo después su madre se casó con otro hombre y la abandonó. Ahora vive con su abuela, su hermana y su sobrino en una casa moderna hecha de bloques de cemento y techo de chapa, un auténtico horno durante la estación seca. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Sortir de la chambre En la cultura éwé, cuando nace un bebé debe permanecer una semana sin salir de la habitación. Al octavo día se realiza la ceremonia de la salida de la habitación, que comienza temprano esparciendo harina de maíz y tequila por el suelo para pedir a los espíritus un porvenir favorable. A continuación un tío del niño lo coge en brazos y sale y entra de la habitación tres veces. Después se echa agua sobre el tejado de la casa y se coloca al niño bajo el agua que cae hasta que llore. Foto: Nono Muñoz.
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Tráfico de niños Con la promesa de dar a los niños una educación, los traficantes de niños se aprovechan para arrebatárselos a los padres analfabetos y pobres que desean una vida mejor para sus hijos. Suelen ser enviados a Nigeria donde son vendidos a terratenientes que los utilizan en explotaciones de cacao, caña de azúcar o en canteras a cambio de sueldos miserables. En 2011 la policía togolesa detuvo a dos traficantes con un grupo de 26 niñas y niños preparados para ser enviados a Nigeria. Foto: Juan Jesús de Diego.
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Un burro de potencia Sólo en el Norte, cerca de la frontera con Burkina, encontramos algún carro tirado por animales. Mientras en la vecina Burkina Faso está muy extendido el empleo de los burros y de las bicicletas, en las zonas rurales de Togo apenas se saca partido de la fuerza animal y la mayoría de las personas se desplazan a pie. Foto: Rubén Ruiz.
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Vendedoras de fruta La mujer es el motor de la familia. Desde muy joven debe ocuparse de las tareas de la casa, tales como el cuidado de niños o el acarreo de agua. Son emprendedoras y luchan por abrir un negocio que les permita sacar adelante a su familia. La práctica de la poligamia complica muchas veces su situación. Foto: Charo Ruiz.
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