Juan Ignacio Palacio Morena, miembro de Economistas Frente a la Crisis y Catedrático de Economía Aplicada
Decía Rabelais que “la ciencia sin conciencia no es sino la ruina del alma”. José Luis Sampedro renunció a la que era su vocación principal, la enseñanza de la economía, porque de algún modo vio que las corrientes dominantes en la ciencia económica eran, cada vez más, el mejor ejemplo de la ciencia sin conciencia. Así lo ha expresado en numerosas ocasiones y de muy diversas maneras. Una de ellas fue su discurso de entrada en la Real Academia de la Lengua en junio de 1991, significativamente titulado “Desde la frontera”. En él afirmó: “Muy colmado de ciencia está Occidente, pero muy pobre de sabiduría. Es decir, del arte de vivir, más abarcante que la ciencia porque, contando con ella, incluye además el misterio. Ahora no se procura alcanzar la iluminación, sino sentir el latigazo del deslumbramiento. Se busca el estrépito, lo aparatoso, los focos publicitarios; no el silencio, lo auténtico, ni el resplandor tranquilo de la lámpara” (el discurso es de libre acceso en la página web de la Real Academia de la Lengua).